¿Dejas todo para el último momento? Conoce cómo funciona el cerebro procrastinador

El arte de procrastinar para ser más creativos

Seguro que has oído hablar sobre la procrastinación, pero ¿de qué se trata exactamente? 

La procrastinación es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. 

Hay dos videos muy interesantes sobre este asunto en TED (si aún no conoces la plataforma entra en www.ted.es y descúbrela; ¡te va a encantar!) 

*Recomiendo que veas los vídeos en el orden que comento, pues el segundo se entenderá mucho mejor si se ha visto previamente el primero

Charla TED: TIM URBAN / En la mente de un maestro procrastinador

El primero de ellos te explica de manera muy clara cómo funciona el cerebro de los procrastinadores. Habla de dos elementos importantes que intervienen en el proceso de inicio de una tarea concreta:  

  • El mono de la gratificación instantánea. En la mente de procrastinador hay un pequeño monillo loco que siempre encuentra algo más divertido, interesante e importante que hacer que ponerse a trabajar en ese proyecto que aún tenemos “tanto” tiempo para presentar.

                                                  

  • El monstruo del pánico. Aparece cuando se va acercando la fecha límite de realización de la tarea. El mono está tan entretenido haciendo todas esas cosas que quería y “podía” hacer porque aún quedaba “muucho” tiempo para la entrega, y de repente aparece el monstruo del pánico para avisar que la cuenta atrás ha empezado y que deben ponerse ya sin falta a trabajar. 

                                                          

La charla es realmente muy amena y te hace reflexionar mucho mas allá de esa comprensión inicial. 

 Establece dos tipos de tareas que se procrastinan: 

  • Tareas con una fecha límite (ej; la presentación de un trabajo, la preparación de un juicio, etc.)
  • Tareas sin fecha límite (ej; poner orden en tu despacho, cambiar de trabajo, iniciar el proyecto que siempre has soñado, rediseñar tu página web, etc.)

En el primer grupo de tareas, la gravedad de la procrastinación existe pero, en cualquier caso, siempre aparecerá el monstruo del pánico y apartará al mono de la gratificación instantánea del timón. Si bien, el problema verdadero viene en la procrastinación del segundo tipo de tareas, en las que no hay monstruo del pánico porque no hay una fecha límite. 

La reflexión de Tim Urban concluye con que “la dilación a largo plazo, que es la menos visible y de la que se habla menos, puede ser la fuente de enormes lamentos e infelicidad a largo plazo. La frustración no viene de no poder alcanzar nuestros propios sueños, sino del hecho de no poder siquiera empezar a perseguirlos”

Charla TED: ADAM GRANT / Los sorprendentes hábitos de los pensadores originales

 
Esta segunda charla habla sobre la originalidad. 

Enseña un gráfico muy interesante en el que muestra en qué punto concreto se encuentran las personas originales en la línea entre los precrastinadores y los procrastinadores. No pretende elogiar la procrastinación pero sí quizás hacer una crítica a la precrastinación, e invitarnos a encontrar ese punto medio, en el que conseguiremos haber tenido tiempo suficiente para pensar en la idea y habernos dado tiempo para encontrar las más originales, sin la necesidad del sufrimiento que produce la aparición del monstruo del pánico. 

 Durante la charla reproduce una frase muy acertada de Aaron Sorokin “ Ud. lo llama la procrastinación. Yo lo llamo pensamiento”.

Yo como abogada la mayoría de veces que he de preparar un juicio en lo que más me centro es en el estudio de toda la información, en interiorizar el caso. Cuando en tu cabeza tienes claros los hechos, los nombres de las personas que intervienen, las fechas, cuando has tenido tiempo de darle vueltas a la historia, entonces es cuando puedes empezar a trabajar. Además es cuando trabajas mejor y más rápido, cuando las palabras de repente fluirán sin problemas, cuando tus esquemas serán claros y concisos porque ya tienes toda la información en tu cabeza y has tenido tiempo de estructurarla y pensar en ella. 

Por eso, cuando te encomienden algún trabajo o tarea, sea cual sea, empieza a pensar en tu día a día, y cuando te sientas preparado para empezar a volcarlo en el papel hazlo, intentando respetar un calendario de fechas para mayor tranquilidad. 

Hay que encontrar el punto medio en el arte de procrasticar, para que nos sirva, como dice Adam Grant, como una forma de pensamiento original.

Si tu problema es que aún y organizándote con tiempo tienes tanto trabajo que necesitas delegar, escríbeme y me pondré en contacto contigo.

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